Mi obra es una reflexión sobre el sentido de la silenciosa trascendencia que se experimenta mediante el contacto con la naturaleza. Mi objetivo es capturar el poder de la estética natural combinado con el estudio de texturas y patrones de la metrópolis, como es el caso de la colección titulada Urban Patterns (Patrones Urbanos). 

Otros temas que abordo son el paisajismo y las formas naturales, tales como la majestuosidad de los helados lagos y océanos, o el testimonio de nuestra frecuentemente destructiva huella sobre el planeta. Estos temas se ven reflejados en mi colección fotográfica titulada Plásticos (Fotografía Plástica). En cada serie me esfuerzo por integrar la fluidez de la luz con las formas y los patrones hallados en la flora, el cielo, el sol, la nieve, el hielo, el océano, la tierra, las rocas y la arena. 

Me enfoco no solo en capturar mi propia experiencia con la naturaleza, sino en incitar al espectador a reimaginar su relación con esta. Quizás el observador, en principio, sienta una atracción hacia el eco cristalino de la luz, la tierra el agua y sus texturas; pero luego se adentre en la intrínseca danza de la naturaleza en la que el viento pone la coreografía. Es decir, un lugar que existe sin la huella humana, de gran simplicidad ecológica y espiritual. 

Mi educación formal comprende la fotografía, la pintura, y la escultura en roca y madera. Estas disciplinas me han permitido experimentar los elementos, materiales y texturas de distintas maneras, logrando así que mis muestras fotográficas expresen la diversidad y la belleza del mundo natural, e inviten al observador a encontrarse a sí mismo. Deseo capturar no solo el sentido monumental de la naturaleza, sino el poder de su belleza y sus formas. Para ello me he enfocado en una serie de impresiones a gran escala utilizando una cámara digital Hasselblad de formato mediano.

La gran diversidad de climas, flora, fauna es mi fuente de inspiración constante. La evolución de mi técnica y perspectiva se reflejan desde los helados paisajes en Noruega o los hermosos océanos de San Francisco y México, al sol robusto del Mediterráneo y la isla de Mallorca. Por ahora, trabajo y vivo en la isla de Oahu, en Hawái, donde la cultura local enfatiza el valor de lo natural, y la belleza y poder del océano. 

Mucho de mi trabajo enfatiza la fuerza de la naturaleza, aunque desde una perspectiva ambiental crítica, permitiendo así que el espectador tenga conciencia de sí mismo y se libere por un momento de los medios, los aparatos y sus demandas. 

Mediante estas vistas colosales del cielo, los campos y el océano, busco expresar la simplicidad de la experiencia íntima, de esa integración del ser humano con la naturaleza; quizás una de esas experiencias artísticas contemporáneas de la naturaleza sublime. 

La simplicidad esquemática de la composición está enlazada, de cierta manera, con mis experiencias personales, tal es el caso de mi infancia en un Polonia post comunista donde los recursos y las oportunidades eran muy escasas. Uno tenía que ingeniárselas para estimular la creatividad con los pocos recursos disponibles. Así, sin la distracción de las opciones múltiples, comencé a experimentar con una cámara Kiev 35mm y un improvisado cuarto oscuro en la cocina de mi hogar. Esta simplicidad ha permanecido a lo largo de mi carrera artística y busca adentrarse más allá de la capacidad contemplativa para resaltar la importancia de la naturaleza en la creatividad artística, así como en el desarrollo y bienestar de un ser humano que cada vez se enajena más de esta. Mis obras ahondan en las ideas de alienación y reconfiguración, específicamente en las series de Paisajes Plásticos y Patrones Urbanos, donde el embalaje de lo natural presenta una nueva visión del mundo observable. 

Patrones Urbanos es una serie fotográfica en continuo desarrollo que responde a la apariencia uniforme de las modernizaciones urbanas. En estas vistas reinventadas, la geometría se fusiona con las áreas transparentes en un ensamblaje de imágenes cuidadosamente seleccionadas. Al principio, las imágenes parecen idénticas, pero al examinarlas con atención, puede notarse que en realidad hay una serie de patrones únicos creados manualmente. Varias fotografías del cielo en amplio formato se separan y reconfiguran para crear la ilusión visual de neblina. Esta agrupación de imágenes en mosaico es reminiscente de los diseños textiles modernistas; una especie de entrelazado de la simetría con la asimetría. Notablemente, estos mosaicos se crean usando simplemente una imagen primaria: una foto horizontal semi panorámica.

Premio Hasselblad Master en Artes Finas

En este grupo de obras se intersectan los estilos fotográficos escenificado y espontáneo. Ambos fungen como un testigo visual de los daños al medio ambiente y los efectos a largo plazo de los desechos y los materiales no biodegradables. En estas imágenes, el plástico (ese producto perpetuo creado por el hombre) se une a lo elemental.  

Las fotografías capturan la batalla entre el orden natural y los desechos creados por el hombre; de tal manera, que mediante la presencia de los elementos, el plástico adquiere una apariencia fantasmal o sobrenatural. Las fuerzas cambiantes del viento, el agua y la luz crean escenarios únicos, haciendo que el plástico dance en una extraña coreografía. Esta falta de control gráfico significa que en el momento hay cierta energía creativa esencial e irrepetible.  “El plástico se conecta con la moción del océano y el viento produciendo un efecto impredecible. El viento desempeña un papel importante, así como la reflexión de la luz en el plástico”. 

Estas escenas permiten contemplar el destino de la tierra: el plástico estampado en los prístinos paisajes naturales es una metáfora de un futuro probable en el que el mundo es aplastado por la basura.

Paisajes Plásticos es la metáfora del irrespetuoso comportamiento de los humanos hacia la naturaleza. Utilizamos plástico todo el tiempo. ¿Es así como lucirá nuestro futuro? ¿”Crecerá” el plástico en los árboles?

Incluir plástico es una idea única que cambia la percepción del paisaje dependiendo de la ubicación, la luz, la fuerza y dirección del viento, la marea y el tamaño del abultamiento que se crea en este material. «Disfruto creando Paisajes Plásticos porque es la única ocasión en la que no tengo el control total de lo que el sensor va a capturar. El plástico se ve afectado por la moción del viento y las olas creando así un efecto impredecible. El viento juega un papel importante, así como la reflexión de la luz en el plástico”. 

Este proyecto ganó el premio Hasselblad Master en Artes Finas.

Esta colección de paisajes captura la vasta diversidad ecológica de la región. Mediante el contraste de la iluminación, el espacio monumental y bucólicos escenarios, el artista crea una sensibilidad lírica. El sol, la bruma, el verdor, y la erosión causada por los elementos, favorecen la impresión de quietud absoluta. Es belleza capturada perennemente en papel a blanco y negro. 

Esta fotografías de larga exposición celebran la estética de los extraordinarios paisajes de la isla y su entorno. En estas imágenes expresivas e impresionistas, se llega al dramatismo mediante un juego entre la difuminación oscura con la neblina iridiscente del húmedo clima tropical. Las obras como Hawaje simbolizan la profunda conexión del artista con la isla, y la simbiosis entre la cotidianeidad de la vida diaria con un medio ambiente asombroso.

Mini Hawái es un cortometraje en el que el artista usó dos técnicas. La primera es  el método denominado cámara rápida, en el que cada cuadro se graba a velocidad muy lenta y cuando el video se proyecta a velocidad normal, parece que el tiempo transcurre rápidamente. El segundo método es utilizar una lente inclinada desde un ángulo elevado, lo que produce el efecto de modelos en miniatura. Este cortometraje ofrece un guión interesante. Mini Hawái echa una mirada a la densamente habitada y suculentamente hermosa isla tropical.